El Real Zaragoza se agarra a la sexta plaza con un sufrido punto en Montilivi

El Real Zaragoza se agarra a la sexta plaza con un sufrido punto en Montilivi.

El Real Zaragoza resistió el asedio del Girona durante 87 minutos, los que transcurrieron desde el gol de Rico, en el primero del partido, hasta el 88, cuando el conjunto catalán logró el empate en una jugada a balón parado en la que hubo un palo y muchas carambolas. En este largo periodo ha habido de todo: un penalti fallado por los de Pablo Machín, abundantes ocasiones para los gerundenses y unas cuantas, aunque muchos menos, para los de Popovic, muchas faltas y tarjetas y todavía más emoción. 

Popovic decidió jugar al despiste durante toda la semana y, tras ensayar con su 4-2-3-1 habitual, decidió salir en Montilivi replicando el esquema del conjunto local, con tres centrales y dos carrileros. El inicio no pudo ser mejor. Rico, que jugaba de carrilero por la banda izquierda, subió la banda para finalizar una contra de manual con un gran disparo desde la frontal del área, con la zurda, ante el que no pudo hacer nada Becerra. Un auténtico golazo del lateral, al que defendía Popovic en la previa y que le devolvía, con el tanto, la confianza depositada.

Sin embargo, el sistema por el que optó Popovic comenzó pronto a hacer aguas, ya que el Real Zaragoza apenas ha jugado minutos con ese esquema y el Girona es todo un experto. Los locales se hicieron con el control total del partido y los blanquillos se dedicaron a defenderse, como pudieron, con un Rubén muy desatinado, pero bien flanqueado por Vallejo y Mario. Los catalanes, lejos de echarse hacia atrás, intentaron dar un paso al frente con un atractivo juego al que solo le faltaba el gol.

El Zaragoza esperaba atrás buscando al alguna contra, pero Jaime, Pedro y Borja apenas recibían balones. Mata, en un remate en el minuto 30, tuvo cerca el empate, como también Granell, en un remate con rosca desde lejos, que dio en el palo. Borja tuvo una buena ocasión para los visitantes, en una acción que salvó el meta local Becerra, y antes del final del primer tiempo, Jaime tuvo la sentencia, se plantó solo ante el portero gerundense, pero Becerra salvó la situación en el uno contra uno.

El Girona, necesitado de la victoria, salió en el segundo tiempo con un ritmo elevado y mucha presión, aunque notó el esfuerzo de la primera pate y no pudo mantener ese nivel durante todo el partido. Aún así,  empezaron a llegar las ocasiones, la primera de ellas por medio de Sandaza en un remate desde lejos que salió arriba. Con el paso de los minutos, el encuentro fue perdiendo ritmo, ocasiones y entró en una fase de desorden en la que ninguno de los dos equipos tenía controlado el partido.

El Zaragoza pudo sentenciar a la contra en un centro de Jaime, que Borja Bastón remató forzado arriba. A partir del minuto 65 de partido, el Girona se volcó todavía más arriba y la tuvo Mata en un cabezazo que le salió flojo, los catalanes lo intentaban pero sin demasiado acierto y acusaban la falta de efectividad.

En el minuto 81, Pedro cometió penalti sobre Mata, en una acción que podría haber supuesto la segunda amarilla para el lateral zaragocista, aunque el árbitro no lo interpretó así. Falló Jandro el penalti, que lanzó la pena máxima al palo derecho de la meta de Bono. Pese a este contratiempo, el Girona no bajó los brazos y a falta de dos minutos, Granell ejecutó un libre directo desde la derecha que Jandro peinó hacía atrás y Carles Mas con un buen cabezazo consiguió el gol que ponía tablas en el marcador.

El punto, en casa del segundo clasificado de la Liga Adelante, no es malo para un Real Zaragoza que se agarra a la sexta plaza y, pase lo que pase en el resto de la jornada, afrontará la próxima jornada, el próximo miércoles ante el Mirandés, en puestos de 'play off'.