24-11-2024 / 0 Comentarios
Frenesí de
peligro y ocasiones, pero nada de alegría. El partido del Real Zaragoza ante
el Córdoba adquirió un tono no apto para cardiacos, un
2-2 con ocasiones, llegadas, acercamientos, goles y ritmo. Pero no sucedió lo
importante, el triunfo blanquillo, y se empieza a necesitar en exceso.
Desde el
comienzo se veía el partido esperado. Nada que no se pudiese prever. El Córdoba
iba a ser una metralleta, un aluvión, una tormenta, como bien señaló Víctor.
Los que es equipo, el único que iba a proponer algo en la primera mitad de un
partido loco.
Ya en el
primer minuto, Yoldi estuvo cerca de rematar un centro con
veneno que solo debía empujar. Pero no fue así. Tampoco con una salida en falso
de Poussin, que luego sería el mejor de los maños, sosteniendo al equipo.
Pero El
Arcángel concedería una buena merced al Real Zaragoza, la del gol. Ni más
ni menos. Una cantada mayúscula de la zaga cordobesista dejaría a Francho y a
Azón solos. Aquí, el delantero, se la dejó al centrocampista que empujó a
placer. Contra todo pronóstico, el equipo maño se ponía 0-1 a los diez minutos.
El guion
volvía a ser similar. El Córdoba superaba por todas partes a un Real Zaragoza que,
sencillamente, no jugaba a nada. Todo se fiaba a una inspiración arriba o, como
así fue, a un fallo rival. No había más armas.
Y, aun
así, Tasende pegó un balón en el larguero. Era la primera
aproximación en condiciones de los maños y, cuando se cantaba el gol, el
travesaño repelió el remate al pase de la muerte de Luna. El segundo
hubiese sido algo sobresaliente, inédito por el fútbol blanquillo. Pero, aún
más, hubiese sido imprescindible.
Porque del
segundo se pasó al 1-1 cuando corría el minuto 30. A decir verdad, era
justo. El Córdoba, con un coraje que triplicaba la calidad, tuvo una
inspiración. Entonces se hiló una jugada por banda derecha que terminó con un
pase de la muerte a Theo. Este levantó la cabeza, ajustó al palo e hizo las
tablas en El Arcángel.
En ese
momento, Poussin ya era de lo más rescatable. Un paradón a un remate tras un
centro desde la esquina había evitado ya lo previsible a los 22 minutos. Y tras
el gol, seguiría emergiendo como una figura en forma del Real Zaragoza. Estaba
aliado, eso sí, con la puntería de un Córdoba poco afinada. Lógico en un equipo
recién ascendido.
Desde entonces
solo se acercaron los locales, mientras que los de Víctor Fernández suspiraban
por el descanso. La defensa flojeaba, el centro del campo estaba superado y,
arriba, los balones eran escasos en cantidad y calidad. Es decir, había que
resetear para el segundo asalto. Así podía lograrse la victoria.
En la
reanudación, el Real Zaragoza era otra cosa. No tenía nada que ver. Ya
solo en los primeros cinco minutos, se vio más producción ofensiva que en todo
el primer asalto. Bazdar se plantó ante Marín en la más clara,
y con todo a favor, erró el segundo en el regate. Y entre Azón y Liso no
consiguieron ver portería dentro del área.
Quien sí lo
hizo fue Luna, que a pase de Aketxe, se plantó ante Marín y definió
cual delantero. El lateral adelantó a los maños con el 1-2 en el 55, y en el
57, Jacobo, tras un centro lateral, definió de la misma manera para devolver
las tablas. En cuestión de dos minutos, del 1-1 se pasó al 2-2.
A partir de
ahí, el partido adquirió una belleza impropia de Segunda División.
Bazdar pudo anotar uno de los goles de la temporada blanquilla tras escorarse y
pegar en la cruceta. Azón tuvo ocasiones por doquier, Aketxe vio cómo le
anulaban un gol y hasta Adu Ares dejó algún sello de calidad. Por ocasiones,
el Real Zaragoza pudo marcar el tercero y el cuarto.
También hay
que reconocer que pudo hacerlo el Córdoba. Sus rápidas combinaciones le
llevaban a plantarse con facilidad en el entorno de la meta de Poussin. Este
fue un hombre importante todo el partido, resolviendo la papeleta. La falta de
puntería del Córdoba también ayudaba a una defensa que tiene mucho por
corregir.
Transcurrió la
segunda parte de infarto hasta que se llegó con el 2-2 al final. Si el punto
vale o no depende del objetivo. Que se responda cada cual. Y bajo ese mismo
prisma, habrá que analizar silos blanquillos acumulan cuatro partidos sin
perder o tres sin ganar.
El próximo encuentro
los blanquillos lo disputarán el sábado 30 a las 16:15 h. en su estadio de La
Romareda frente al Albacete.
Ficha técnica:
Córdoba C.F.: Marín; Adrián Vázquez, Lapeña,
Marvel, Calderón; Theo (Álex Sala, min 60’), Ander Yoldi (Obolsky, min 84’),
Isma Ruiz; Carracedo, (Adilson, min 77’), A. Casas (Salazar, min 84’), Jacobo
Gzlez.
Real Zaragoza: Poussin; Luna (Calero, min 83’),
Lluís López, Vital, Tasende (Clemente, min 74’); Aketxe, Francho, Keidi Bare
(Toni Moya, min 74’), Liso (Adu Ares, min 68’); Iván Azón (Marí, min 83’),
Bazdar.
Goles: 0-1, Francho
(min 11’); 1-1, Theo (min 30’); 1-2, Luna (min 55’); 2-2, Jacobo
(min 57’).
Árbitro: Moreno Aragón. Amonestó a Keidi Bare (min 10’), Lapeña (min 13’), Aketxe (min 46’), Álex Sala (min 66’), Casas (min 66’), Tasende (min 68’), Bazdar (min 71’), Isma Ruiz (min 71’), Jacobo (min 92’)
Resumen del encuentro: