02-03-2025 / 0 Comentarios
Se las
prometía muy felices el Real Zaragoza cuando entraba en el descuento de su
partido ante el Real Sporting de Gijón. Los blanquillos se confiaron
cuando vencían, erró un gol cantado y dio vida a un cuadro asturiano que se
encontraba lejos de ella. Y en el minuto 91, empató Dubasin poniendo el 1-1
final. De esta manera, aquello del seis de seis y pleno de puntos estos dos
duelos en La Romareda, es una utopía. A por los cuatro como máximo.
No jugó mal equipo
de Miguel Ángel Ramírez, pero tampoco bien. Pudo adelantarse, como hizo, y pudo
ponerse con el marcador en contra. También fue posible anotar la sentencia, de
la misma manera que fue posible lo que sucedió sin ser gravemente injusto. Con
el 1-1 definitivo, los problemas son serios. Más vale ganar al Eldense la
próxima semana.
Mención aparte
merece La Romareda. Aquí no hay excusas. La grada no hizo reproches a los
suyos, sino que animó, apoyó y, ni siquiera tras el pitido final, dedicó pitos.
Si el Real Zaragoza no ganó, como siempre, pero ahora de forma más evidente,
solo es por su culpa.
La primera
parte fue una constante de peligro por parte de ambos conjuntos, pero sin
concretar de cara a portería. El Real Zaragoza acometió buenas triangulaciones
de forma habitual, pero sin atinar, que es lo realmente importante. Pau
Sans, Calero y Francho lograban acercarse a la meta
de Yáñez sin enviar el cuero al fondo de la portería. Dos veces antes de los
primeros diez minutos.
El Sporting tampoco
iba mal arriba, con un tridente poderoso, y esto permitía a Caicedo llegar
al área. De hecho, el primer aviso llegó a los 14 minutos, pero su mal control
dio respiro al Real Zaragoza.
El problema de
la efectividad estuvo presente en un gran Pau Sans, que a los 25 minutos se dio
la vuelta en el área, pero Yáñez realizó una impresionante parada y se fue a
córner. Y entonces, una penosa ejecución del mismo casi termina en gol a la
contra. Atrapó bien Femenías ese disparo forzado.
Entretanto,
las protestas de Ramírez y su gente provocaron la amarilla del
entrenador y, sin saber bien el motivo, una expulsión a Endika (segundo
entrenador del conjunto blanquillo). Ese momento de tensión lo aprovechó el
Sporting, primero con un disparo que salvó Arriaga de cabeza sobre la línea y,
después, con un zapatazo al palo de Nacho Méndez.
No se quedó
atrás el Real Zaragoza, con Soberón y Francho disparando y tratando de provocar
el error de Yáñez. Sin efecto, pero cerca de lograrlo.
La falta de
pegada y la fragilidad atrás se equilibraron en dos conjuntos que sufrían las
mismas penas al final del primer asalto. Pudo haber goles, más de uno y más de
dos, pero atrás hay un problema grave. El empate era justo y todo quedaba por
resolver en el segundo asalto.
El nombre
propio de la segunda parte fue, sin duda, el de Mario Soberón. A los 50
minutos, el delantero recibió en el área, se giró y lanzó un disparo por toda
la escuadra al que no llegó Yáñez. La vuelta del delantero ponía la mejor
noticia del día, que ya marca de nuevo, ya se siente delantero del Real
Zaragoza.
El sufrimiento
del Real Zaragoza fue en su justa medida, pero era más un asunto de demérito
propio que buen fútbol del Sporting. Estos querían poco menos que llegar a la
línea de gol con la pelota controlada y, una vez en ella, empujar para hacer
gol. Y el fútbol, menos mal, no funciona así. Aun así, ya vieron cómo les
anulaban un gol por falta previa.
Las tenía el
Real Zaragoza de forma constante. Empezó a fallar goles, como uno de Bazdar en
un dos contra uno en el área; a excederse en individualidades; a confiarse con
el resultado. Y pasó lo que no debía pasar. Es decir, lo que suele pasar; o lo
que es lo mismo, el gol del Sporting de Gijón. En un centro al área cabeceo hacia
tras Campuzano y remató Dubasin al fondo de la red.
Se las
prometía muy felices el Real Zaragoza. Jugaba como si ya hubiese ganado y es
así como llegan los problemas. De hecho, el Real Sporting estuvo a punto de
hacer el segundo, con Femenías salvando al menos un punto tras poder marcar
varios goles.
En esta
tesitura, el equipo que dirige Miguel Ángel Ramírez se ha metido en un problema
muy serio. La zona de descenso se encuentra ahora a cinco puntos con varios
equipos. Lo marca el Eldense, a falta de disputar su duelo. Retomando el asunto
de los puntos, del seis de seis en casa, nada. Al menos, cuatro de seis. Qué
menos.
El próximo
partido los blanquillos lo disputarán otra ven en casa el sábado 8 a las 21:00
h. contra el Eldense.
Ficha técnica:
Real Zaragoza: Femenías; Calero, Kervin, Jair,
Tasende (Vallejo, min 82’); Liso (Adu Ares, min 82’), Francho, Keidi Bare, Pau
Sans (Aketxe, min 70’); Dani Gómez (Marí, min 82’), Soberón (Bazdar, min 61’).
Real Sporting: Yáñez; Kevin V. (P. García, min
56’), Róber Pierre, Diego R.; G. Rosas, Nacho Martín, Nacho Méndez, Nico
Serrano (Gaspar, min 67’); Gelabert (Dotor, min 72’), Caicedo (Campuzano, min
56’), Dubasin.
Goles: 1-0, Soberón
(min 50’); 1-1, Dubasin (min 91’).
Árbitro: Mallo Fernández. Amonestó a
Soberón (min 18’), Caicedo (min 19’), Ramírez (min 29’), Nacho Martín (min 69’),
Jair (min 84’), Calero (min 86’), Kevin Vázquez (min 87'), Adu Ares (min 92’). Y expulso con
roja directa a Endika (min 31’ banquillo Real Zaragoza).
Resumen del
encuentro: