Nueva desilusión y van ...

El Real Zaragoza y el Granada empataron sin goles en el partido de la vigésimo séptima jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio de La Romareda. El reparto de puntos fue fruto de un encuentro igualado, en el que ninguno de los dos contendientes logró imponer su juego, aunque tanto los visitantes como el Real Zaragoza gozaron de ocasiones para obtenido mayor premio.

 

El primero en golpear fue el cuadro nazarí, con un cabezazo de Ighalo que salió rozando el poste de Leo Franco, nada más arrancar el choque. Respondió Rochina con un tiro cruzado con mucha intención, que no encontró el arco de Toño. El portero visitante, uno de los mejores de su equipo, se mostró muy seguro en los balones aéreos durante todo el choque.

 

El mayor susto para Leo Franco llegó mediado el primer tiempo, cuando un nuevo remate de cabeza de Ighalo lo repelió el larguero. Desde ese momento, el equipo aragonés intensificó su presión y comenzó a llegar más asiduamente al área del Granada. Rubén Rochina, el más activo del ataque zaragocista probó varias veces el lanzamiento lejano con su buena pierna izquierda; y Víctor estuvo a punto de llegar al remate por dos ocasiones, en sendos centros que llevaban mucho peligro de gol.

 

Tras el descanso continuó la misma tónica en el juego, con ambos equipos con las fuerzas muy parejas, si bien fue el Real Zaragoza el más insistente en busca del tanto de la victoria. En ese sentido se reanudó el partido, con dos buenas ocasiones para Montañés y Víctor en los primeros minutos de juego.

 

La más clara para los blanquillos, con La Romareda volcada para apoyar al equipo, estuvo en la cabeza de Sapunaru. El testarazo de Sapunaru fue despejado a córner por Toño con una acrobática intervenció