15-12-2024 / 0 Comentarios
El problema
del Real Zaragoza empieza a ser serio y, esta vez, Ipurúa fue
el estadio que vio sucumbir a los de Víctor Fernández. Un equipo maño
ramplón, flojo atrás, insolvente en el centro del campo e incapaz arriba cayó
2-1 ante el Eibar en un duelo donde un zarpazo aislado de Liso valió
el gol. La racha de seis partidos sin ganar devora a un cuadro aragonés donde
comienzan las urgencias.
Los motivos
para ganar brillaron por su ausencia. Los de Víctor Fernández carecieron
de argumentos para hacerlo en todas las líneas del campo. El giro de timón es
obligado para no meterse en problemas, porque la derrota ubica a los maños en
tierra de nadie.
El fatídico
día del Real Zaragoza comenzó con la indumentaria, portando esos extraños
colores que (eso aseguran) se deben a las cúpulas del Pilar.
Arrancaba el
duelo con el Eibar asumiendo riesgos, a lo que el Real zaragoza respondía presionando.
Pero, por un motivo u otro, era una presión ineficaz. Si no fallaba el robo, lo
hacía la finalización.
El problema
arriba lo mostrarían los propios laterales, porque ninguno de los hombres de
ataque era el más incisivo. Calero emergía como el hombre más
peligroso, atacando bien por la izquierda a pierna cambiada. Luna no
se quedaba atrás, dejando claro que los carriles eran la zona cero de
producción ofensiva.
Por parte del
Eibar, entre Puertas y Jorge Pascual monopolizaban
gran parte del peligro local, ayudados, lógicamente, por un centro del campo
que evidenciaba al de los maños.
Un par de
remates y un pase de la muerte antes de los 10 minutos servía de
aviso a unos maños cuya labor estaba en presionar y buscar la fórmula de hacer
daño. Azón, hombre de referencia, no atinó ni en una contra que comenzó en
campo propio ni en un robo que culminó con disparo al aire.
Los de Ipurúa,
ojo avizor, esperaban su momento. Olían que el Real Zaragoza, como suele
suceder, podía cometer el error de rigor, el que acompaña a una parte
importante de sus partidos. Y llegó a los 21 minutos de juego;
ese peligro ofensivo que protagonizaban Puertas y Pascual costaría
ponerse a remolque. Una mala presión de Adu Ares permitió a Villa abrir para
Jorge Pascual, que superó con facilidad pasmosa a Clemente. Así que Puertas
solo tuvo que rematar a placer y poner el 1-0 en Ipurúa.
A los
blanquillos les faltaba de todo un poco en esta primera parte. Algo más de
solvencia atrás, un poco más de peligro arriba y de fuerza en el centro del
campo. Lo que se traduce, de forma inevitable, en que para ganar hacía falta un
poco de todo.
Volviendo al
ataque, ya para entonces quedaba claro quiénes ejercerían de atacantes. Un
remate de Luna al larguero y otro de Calero fueron lo más peligroso, asentando
esos carriles como base del equipo.
El primer
asalto llegó a su fin en inferioridad.
En la segunda
parte, si había que remontar, no lo parecía. Todo se ponía más en contra cuando
a los 52 minutos, el Eibar encarrilaría el duelo por medio de Andrer Madariaga.
Una pérdida en el centro del campo que se llevó Puertas la recogió Cristian y
puso el balón para que hiciese el 2-0.
A los de
Víctor Fernández se les ponía el partido cuesta arriba, como una
pared que se elevaba para enviarlo al vacío. El resultado podía ser el elemento
menos aniquilador. Lo que dejaba sin opciones al equipo maño era la sensación
de escuadra sin luz, sin propuesta y sin capacidad.
Arriba, la
nada más absoluta reinaba en el equipo maño. Cuando se dio entrada a Liso y
a Pau, amagó un poco la reacción. De hecho, a falta de diez minutos para
el final, este logró un tanto interesante, con un disparo ajustado al palo que
supuso el 2-1.
Pero fue una
mera chispa. Eso que había venido salvando al Real Zaragoza no fue
suficiente. Desde ese momento, el Eibar volvió a ser más equipo ante unos maños
que vagaban sin ideas. Con mucho pase sin peligro, como si no hubiese recursos
para ganar ante un rival llamado a pelear por menos.
Se consumió el
tiempo hasta que, como era de esperar, terminó el partido con derrota. La caída
continúa en el Real zaragoza, incapaz de ganar un partido de los últimos seis
disputados. Esta vez no fue como en Riazor; esta vez, la derrota fue muy
justa.
El próximo
partido los blanquillos lo disputarán el martes 17 a las 21:15 h. en su estadio
de La Romareda frente al Oviedo.
Ficha técnica:
S.D. Eibar: Magunagoitia; Corpas, Arambarri,
Chema R., Cristian (Arrillaga, min 75’), Sergio A., Matheus (Peru, min 66’),
Madariaga, Toni Villa (Guruzeta, min 66’), Puertas (Alkain, min 75’); J.
Pascual (Bautista, min 84’).
Real Zaragoza: Femenías; Luna, Lluís López, Jair,
Clemente (Soberón, min 69’), Calero; Aketxe (Toni Moya, min 61’), Francho,
Aguado (Pau Sans, min 69’), Adu Ares (Liso, min 61’); Iván Azón (Marí, min
77’).
Goles: 1-0, Puertas
(min 21’); 2-0, Ander Madariaga (min 52’), 2-1, Liso (min 80’)
Árbitro: Claudiu Muresan. Amonestó a Adu
Ares (min 24’), Jair (min 35’), Chema (min 60’), Matheus Pereira (min 62') Puertas (min 68’), Pau Sans (min 79’), Calero (min 81’).
Resumen del
encuentro: